El lobo de la muela
El hombre es lobo para el hombre. Esmalte acrílico sobre lienzo. 136x97 cm. 2024
GONZALO MATEO CORTÉS
Manuel hizo una parada en la fuente la Gota para refrescarse y descansar, va camino del corral del Royo donde la noche pasada guardó su rebaño de cabras. Al acercarse Manuel al corral, intuye que algo malo ha sucedido, las cabras están alborotadas y no se respira la tranquilidad de otros días. Una vez dentro del corral, la imagen es desoladora: encuentra media docena de cabras muertas y unas cuantas heridas de gravedad; no hay ninguna duda de que ha sido el lobo quien ha provocado tal desastre. Su perro pastor Niebla se acerca a Manuel en actitud sumisa como intentando darle explicaciones, en ese momento la rabia se apodera de Manuel y con su garrote comienza a dar fuertes golpes a Niebla hasta darle muerte, por no haber sabido defender al rebaño. Manuel está fuera de sí y golpea y golpea hasta quedar exhausto. Después Manuel se dispone a evaluar todos los posibles daños: hay cabras en estado de gestación que han abortado por el estrés, y recorre el corral de punta a punta y observa el cuerpo inerte de otro animal junto al aljibe, y piensa que es otra res muerta, pero tal como se va acercando, Manuel comienza a llorar de forma desconsolada, el cuerpo que yace junto al aljibe no es de ninguna res, se trata del cuerpo destrozado del lobo al que le ha dado muerte su fiel perro Niebla.
Quiero agradecer a la familia Taro por haber trasladado de generación en generación esta y otras historias.