María Marco Ponz

SISO DE LA IGLESIA

Tu piel, ya curtida por la tinta dice mucho de tu ser, 

Labradora de poemas, dime: 

¡de dónde salió ese arte tan perfecto! 

De bordar con tus palabras a todo un pueblo. 

Tus poemas no tienen fin, 

expresas con sentimientos, 

a las gentes, a los santos, 

y también a sus monumentos. 

Enriqueces con flores y colores, 

la grandeza de tu pueblo, a sus fuentes, 

procesiones, a sus reinas, 

a sus calles. 

Jamás nadie expresó con tanta claridad e inspiración, 

con un lápiz en un papel blanco, 

la grandeza que, con tus palabras expresas, 

con gran soltura y realeza, 

a la torre, a la Pastora, 

al Cristo y al ambiente. 

Pueden observar, 

esperando a que María, 

las vuelva a prosar

con sus palabras tan bellas, 

que su poema empiece YA. 

Siso De La Iglesia

LA SEÑORA POETA

Nunca nadie describió de su puño y letra,

a esta pequeña villa con tanto amor,

¡pero dime María quién!

Quien te hizo a ti algún poema,

mucho tiempo esperé para tener la inspiración,

para decirte en cuatro letras,

lo que se debe decir a un poeta.

Madrina por antonomasia de las letras jericanas,

quién te dio ese legado el cual representas,

dónde adquiriste tanto poder lingüístico,

que hoy se contempla,

dime: hada madrina de la prosa,

¿cómo te las ingenias?

Cómo es posible tanta sencillez junta,

que en tu pluma explotas.

Remolino de palabras uniéndolas todas juntas,

haces la belleza de tus poemas.

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